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La oficina de Joe Biden anunció el domingo que al expresidente le habían diagnosticado una “forma agresiva” de cáncer de próstata que había hecho metástasis en sus huesos.
Casi de inmediato, los médicos recurrieron a las redes sociales para explicar el diagnóstico y lo que significaba para Biden. Pero muchos médicos se sorprendieron de que a Biden —quien en teoría se sometía a exámenes médicos rutinarios y de alta calidad en la Casa Blanca— no le detectaran el cáncer hasta que ya había avanzado a una etapa tan avanzada.
El momento en que se realizó el diagnóstico llevó a algunos médicos a preguntarse si los médicos de Biden habían pasado por alto algo o si no se había informado de un diagnóstico anterior.